El es el dueño, el dueño de mis sueños, él es el culpable y convicto por mi insomnio, el que me ilumina con sus ojos dorados y tiene el monopolio de mis pensamientos. Estás tan peligrosamente cerca, me haces creer la felicidad ¿No ves que Julieta esta sangrando? la estas matando, por última vez no aprendí la lección.