¿Era necesaria esta entrada? 
Si, lo era.
No puedo enfrentar la situación de decir “chau” a algo. Si hay algo que descubrí de mi misma es que me aferro demasiado a cosas que no tendría, a cosas que se que se van fácilmente, ¿el problema? Me hace mal a mí. Teniendo mi personalidad, ¿Por qué no cambiar eso? Yo sé que puedo, pero necesito tiempo.
Si hay algo que me re quedó, es una frase que me dijo mi bella Lapicita: “Año nuevo, vida nueva, chico nuevo”. Si señores, todo venia a esto, a el querido 181, a la persona que hace un año y medio me está volando la cabeza, a esa maldita persona. Tengo que aprender a despegarme de eso, saber que me está haciendo mal, aprender a hacer algo por mí una vez en la vida, nada más que eso. Pero por suerte ya mis malos humores no dependen de él, intento no estar tan pendiente y que me chupe un huevo. Mi mal humor viene por otro lado, y lo peor es que no sé de dónde. Creo que necesito mi espacio, necesito estar sola, necesito descargarme un poco, hablar, gritar, llorar, no sé que necesito, pero mi espacio y mí tiempo a solas ahora no lo tengo. Si me encierro en la pieza está mal, porque me la paso encerrada y afuera y no estoy nada con mi vieja.  Pasé de tener mi pieza, a no tenerla, tener un mini espacio en donde se llenaba de gente cada dos segundos, de ahí a compartirla y ahora que tengo unos días a solas no puedo disfrutarla porque es un horno y el ventilador no anda y encima si me encierro en la pieza parezco una maldita ermitaña, o eso me hacen entender. Yo con mi lugar soy feliz, si pudiera me iría a vivir a mi pieza, heladera, cocina, estufa para invierno y un aire acondicionado, el problema es de donde saco todo eso y en donde carajo lo pongo. Bueno, son cosas que se me ocurren, locuras del momento.
Otro punto para destacar es que estoy muy sensible, sentimental, susceptible, como se quiera llamar. No sé porque, no entiendo ni encuentro el porqué de la situación, pero me doy cuenta que es así. Anoche (11.1.12) le dije a mi fiel amigo que tiene mil amigas y bla bla bla, y él me dice “pero ninguna como vos” y me largue a llorar. Me sentí una estúpida, que persona se larga a llorar por eso? Dios santo, soy toda una mamerta. Escucho una canción de The Fray y lloro, miro una comedia romántica y lloro, se el final de las películas y antes de que terminen lloro! Qué me está pasando? Es cuestión de la edad? No sé, capaz que hay una etapa en la que llorar es como descargar, o no sé, capaz que soy la única enferma en este mundo raro, y me tiro por la segunda opción.
Dejemos esto acá, últimamente mis entradas no tienen sentido y son poco cuerdas.
Atte.: la ermitaña.